Cuentos y Leyendas
Los pobladores selváticos, especialmente los sanmartinenses, han sido atraídos por la selva y por sus misterios para escribir relatos fantasiosos, que en la mayoría de los casos, nos hacen expresar miedo y terror, porque estos cuentos están basados en espíritus malignos que rondan por la inmensa selva.
Chulla ChaquiEl chulla chaqui es el diablo burlón de los bosques de la selva, que suele aparecerse a la gente en forma de animal o de mismo hombre, para engañarla y llevarla al fondo de la selva. Sin embargo, cuando se transforma en hombre es fácil reconocerle, porque el pie izquierdo es como de una criatura recién nacida o como raíz de árbol o como pata de jaguar, aunque el condenado, procura ocultar ese pie de cualquier modo. Además, se delata por el fuerte olor a chivo que despide, y la gente, entonces, ya se halla en guardia: reza y hace cruces con los dedos o con ramas. Pero son a los niños, generalmente, a los que rapta.
A los niños que se quedan solos en las chacras o que andan así por los caminos. ¿Cómo puede un niño resistir el deseo de adueñarse, por ejemplo de una gallina blanca con primorosos pollitos, que de pronto se les aparecen y entran en el bosque?, ¿O de coger un pajarito de bello plumaje que se detiene junto a él y entra luego en el bosque suavemente cantando?, ¿O de seguir a su padre, madre u otro pariente (que no son tales sino el diablo convertido en ellos), que de improviso se les presentan? Ya en el interior del bosque, el Chulla Chaqui recobra su horrible figura de diablo y cuelga a sus víctimas de los cabellos en las ramas de los árboles más altos, tirándoles de las orejas, burlándose, riéndose de ellos.
La Runa Mula
La Runa Mula, es una mujer casada que tiene relaciones sentimentales con el cura. Ésta, en las noches de los martes y viernes, toma la forma de una blanca y hermosa mula, la misma que es montada por un pequeño jinete con látigo en la mano. Cuando éste llegaba a la casa de la mujer, ella se revolcaba por el suelo y al instante quedaba convertida en mula.
El diablillo jinete montaba y luego de darle con furia con la rienda sobre las ancas, salían a todo galope por las calles botando chispas de candela, tanto del anca como del piso. Cuenta la tradición que para saber qué mujer era la que convivía con el cura, se tenía que disponer de una hebra larga de soga de caballo, la que se atravesaba en la calle, porque iba a pasar la runa mula y al tomar contacto con la rienda, la mula tomaba forma natural de mujer.
Relatan que en el distrito de Habana había un cura muy famoso, por sus aventuras con mujeres con compromiso (casadas), incluso llegó a procrear hijos en una de ellas. Cuando la Runa Mula salía por las calles, la gente decía: ¡está pasando la Agueda montada por el Padre Villacorta!. Al amanecer, iban a ver a doña Agueda y la encontraban desganada, rendida sin ánimo de trabajar, pues aducen que es por los fuertes latigazos que le propinó su jinete en la noche anterior.
El Tunchi
Es el espíritu de los muertos, que regresan del otro mundo a cumplir alguna penitencia o el alma de los que van a morir y están recogiendo sus pasos antes de abandonar la tierra. Estas almas en pena, son entes etéreos que se anuncian a los vivos con un silbido lúgubre muy característico, con la resonancia de sus pisadas o con ruidos de las cosas o muebles que tocan causando temor y espanto a los que escuchan. Algunas veces los tunchis se materializan bajo la forma de espectros o fantasmas de blancas vestiduras, que se desplazan a baja altura sin tocar el suelo.
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